| 1 | En el mes octavo del segundo año del reinado de DarÃo, la palabra del Señor vino al profeta ZacarÃas, hijo de BerequÃas y nieto de Idó: | |
| 2 | «El Señor está ardiendo en ira contra los antepasados de ustedes. | |
| 3 | Por lo tanto, adviértele al pueblo que asà dice el Señor *Todopoderoso: »Vuélvanse a mÃ, y yo me volveré a ustedes afirma el Señor Todopoderoso. | |
| 4 | » No sean como sus antepasados, a quienes les proclamaron los profetas de antaño que asà dice el Señor Todopoderoso: ‘Vuélvanse de su mala conducta y de sus malas prácticas. ni me prestaron atención afirma el Señor. | |
| 5 | » ¿Dónde están los antepasados de ustedes? ¿Acaso los profetas siguen con vida? | |
| 6 | ¿No se cumplieron en sus antepasados las palabras y los decretos que a mis siervos los profetas ordené comunicarles? » Entonces ellos se volvieron al Señor, y dijeron: ‘El Señor Todopoderoso nos ha tratado tal y como habÃa resuelto hacerlo: conforme a lo que merecen nuestra conducta y nuestras acciones. » | |
| 7 | En el segundo año del reinado de DarÃo, en el dÃa veinticuatro del mes de *sebat, que es el mes undécimo, la palabra del Señor vino al profeta ZacarÃas, hijo de BerequÃas y nieto de Idó: | |
| 8 | Una noche tuve una visión, en la que vi a un hombre montado en un caballo alazán. Ese hombre se detuvo entre los arrayanes que habÃa en una hondonada. Detrás de él habÃa jinetes en caballos alazanes, bayos y blancos. | |
| 9 | Yo le pregunté: «¿Qué significan estos jinetes, mi señor?» El ángel que hablaba conmigo me respondió: «Voy a explicarte lo que significan.» | |
| 10 | Y el hombre que estaba entre los arrayanes me dijo: «El Señor ha enviado estos jinetes a recorrer toda la tierra.» | |
| 11 | Los jinetes informaron al ángel del Señor, que estaba entre los arrayanes: «Hemos recorrido toda la tierra. Por cierto, la encontramos tranquila y en paz.» | |
| 12 | Ante esto, el ángel del Señor replicó: «Señor Todopoderoso, ¿hasta cuándo te negarás a compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, con las que has estado enojado estos setenta años?» | |
| 13 | El Señor le respondió con palabras buenas y consoladoras al ángel que hablaba conmigo, | |
| 14 | y luego el ángel me dijo: «Proclama este mensaje de parte del Señor Todopoderoso: »Mi amor por *Sión y por Jerusalén me hace sentir celos por ellas. | |
| 15 | En cambio, estoy lleno de ira con las naciones engreÃdas. Mi enojo no era tan grave, pero ellas lo agravaron más. | |
| 16 | »Por lo tanto, asà dice el Señor: Volveré a compadecerme de Jerusalén. Allà se reconstruirá mi templo, y se extenderá el cordel de medir, afirma el Señor Todopoderoso. | |
| 17 | »Proclama además lo siguiente de parte del Señor Todopoderoso: »Otra vez mis ciudades rebosarán de bienes, otra vez el Señor consolará a Sión, otra vez escogerá a Jerusalén. » | |
| 18 | Alcé la vista, ¡y vi ante mà cuatro cuernos! | |
| 19 | Le pregunté entonces al ángel que hablaba conmigo: «¿Qué significan estos cuernos?» Y el ángel me respondió: «Estos cuernos son los poderes que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.» | |
| 20 | Luego el Señor me mostró cuatro herreros. | |
| 21 | Le pregunté: «¿Y éstos qué han venido a hacer?» Y el Señor me respondió: «Los cuernos son los poderes que dispersaron a Judá, a tal punto que nadie pudo volver a levantar la cabeza. Los herreros han venido para aterrorizarlos, y para deshacer el poder de las naciones que levantaron su cuerno contra la tierra de Judá y dispersaron a sus habitantes.» | |