1 David ya estaba próximo a morir, así que le dio estas instrucciones a su hijo Salomón: |
2 «Según el destino que a todos nos espera, pronto partiré de este mundo. ¡Cobra ánimo y pórtate como hombre! |
3 Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la *ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas, |
4 y el Señor cumplirá esta promesa que me hizo: Si tus descendientes cuidan su conducta y me son fieles con toda el *alma y de todo *corazón, nunca faltará un sucesor tuyo en el trono de Israel. |
5 »Ahora bien, tú mismo sabes que Joab hijo de Sarvia derramó sangre en tiempo de paz como si estuviera en guerra, y mató a Abner hijo de Ner y a Amasá hijo de Jéter, los dos comandantes de los ejércitos israelitas, manchándose así de sangre las manos. |
6 Por tanto, usa la cabeza y no lo dejes llegar a viejo y morir en *paz. |
7 En cambio, sé bondadoso con los hijos de Barzilay de Galaad y permíteles comer en tu mesa, pues ellos me ampararon cuando huía de tu hermano Absalón. |
8 »También encárgate de Simí hijo de Guerá, ese benjaminita de Bajurín que me lanzó terribles maldiciones cuando me dirigía a Majanayin. Es cierto que, cuando fue al Jordán a recibirme, le juré por el Señor que no lo condenaría a muerte. |
9 Sin embargo, no tienes ya por qué perdonarle la vida. Tú eres inteligente, y sabrás qué hacer con él; aunque ya está viejo, hazlo sufrir una muerte sangrienta.» |
10 David murió y fue sepultado en la ciudad que lleva su *nombre. |
11 Había reinado siete años en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén, así que en total reinó en Israel cuarenta años. |
12 Lo sucedió en el trono su hijo Salomón, y así se consolidó firmemente su reino. |
13 Adonías hijo de Jaguit fue a ver a Betsabé, madre de Salomón, y Betsabé le preguntó: ¿Vienes en son de *paz? Sí respondió él; |
14 tengo algo que comunicarle. Habla contestó ella. |
15 Como usted sabe dijo Adonías, el reino me pertenecía, y todos los israelitas esperaban que yo llegara a ser rey. Pero ahora el reino ha pasado a mi hermano, que lo ha recibido por voluntad del Señor. |
16 Pues bien, tengo una petición que hacerle, y espero que me la conceda. Continúa dijo ella. |
17 Por favor, pídale usted al rey Salomón que me dé como esposa a Abisag la sunamita; a usted no se lo negará. |
18 Muy bien contestó Betsabé; le hablaré al rey en tu favor. |
19 Betsabé fue a ver al rey Salomón para interceder en favor de Adonías. El rey se puso de pie para recibirla y se inclinó ante ella; luego se sentó en su trono y mandó que pusieran otro trono para su madre; y ella se sentó a la *derecha del rey. |
20 Quiero pedirte un pequeño favor dijo ella. Te ruego que no me lo niegues. Dime de qué se trata, madre mía. A ti no puedo negarte nada. |
21 Ella continuó: Concédele a tu hermano Adonías casarse con Abisag la sunamita. |
22 Pero ¿cómo puedes pedirme semejante cosa? respondió el rey a su madre. Es mi hermano mayor, y cuenta con el apoyo del sacerdote Abiatar y de Joab hijo de Sarvia. ¡Realmente me estás pidiendo que le ceda el trono! |
23 Dicho esto, el rey Salomón juró por el Señor: «¡Que Dios me castigue sin piedad si no hago que Adonías pague con su *vida por esa petición! |
24 El Señor me ha establecido firmemente en el trono de mi padre, y conforme a su promesa me ha dado una dinastía. Por tanto, tan cierto como que él vive, ¡juro que hoy mismo Adonías morirá!» |
25 En seguida, el rey Salomón le dio a Benaías hijo de Joyadá la orden de matar a Adonías. |
26 Al sacerdote Abiatar, el rey mismo le ordenó: «Regresa a tus tierras en Anatot. Mereces la muerte, pero por el momento no voy a quitarte la vida, pues compartiste con David mi padre todas sus penurias, y en su presencia llevaste el arca del Señor omnipotente.» |
27 Fue así como, al destituir Salomón a Abiatar del sacerdocio del Señor, se cumplió la palabra que el Señor había pronunciado en Siló contra la familia de Elí. |
28 Joab había conspirado con Adonías, aunque no con Absalón, así que al oír que Adonías había muerto, fue a refugiarse en el santuario del Señor, agarrándose de los cuernos del altar. |
29 Cuando le dijeron a Salomón que Joab había huido al santuario, y que estaba junto al altar, el rey le ordenó a Benaías hijo de Joyadá que fuera a matarlo. |
30 Benaías fue al santuario del Señor y le dijo a Joab: El rey te ordena que salgas. ¡No! respondió Joab. ¡De aquí sólo me sacarán muerto! Benaías fue y le contó al rey lo que había dicho Joab. |
31 ¡Pues dale gusto! ordenó el rey. ¡Mátalo y entiérralo! De ese modo me absolverás a mí y a mi familia de la sangre inocente que derramó Joab. |
32 El Señor hará recaer sobre su cabeza la sangre que derramó, porque a espaldas de mi padre atacó Joab a Abner hijo de Ner, que era comandante del ejército de Israel, y a Amasá hijo de Jéter, que era comandante del ejército de Judá. Así mató a filo de espada a dos hombres que eran mejores y más justos que él. |
33 ¡Que la culpa de esas muertes recaiga para siempre sobre la cabeza de Joab y de sus descendientes! ¡Pero que la paz del Señor esté por siempre con David y sus descendientes, y con su linaje y su trono! |
34 Benaías hijo de Joyadá fue y mató a Joab, e hizo que lo sepultaran en su hacienda de la estepa. |
35 Entonces el rey puso a Benaías hijo de Joyadá sobre el ejército en lugar de Joab, y al sacerdote Sadoc lo puso en lugar de Abiatar. |
36 Luego mandó llamar a Simí y le dijo: Constrúyete una casa en Jerusalén, y quédate allí. No salgas a ninguna parte, |
37 porque el día que salgas y cruces el arroyo de Cedrón, podrás darte por muerto. Y la culpa será tuya. |
38 De acuerdo le respondió Simí al rey. Yo estoy para servir a Su Majestad, y acataré sus órdenes. Simí permaneció en Jerusalén por un buen tiempo, |
39 pero tres años más tarde dos de sus esclavos escaparon a Gat, donde reinaba Aquis hijo de Macá. Cuando le avisaron a Simí que sus esclavos estaban en Gat, |
40 aparejó su asno y se fue allá a buscarlos y traerlos de vuelta. |
41 Al oír Salomón que Simí había ido de Jerusalén a Gat y había regresado, |
42 lo mandó llamar y le dijo: Yo te hice jurar por el Señor, y te advertí: El día que salgas a cualquier lugar, podrás darte por muerto. Y tú dijiste que estabas de acuerdo y que obedecerías. |
43 ¿Por qué, pues, no cumpliste con tu juramento al Señor ni obedeciste la orden que te di? |
44 El rey también le dijo a Simí: Tú bien sabes cuánto daño le hiciste a mi padre David; ahora el Señor se vengará de ti por tu maldad. |
45 En cambio, yo seré bendecido, y el trono de David permanecerá firme para siempre en presencia del Señor. |
46 Acto seguido, el rey le dio la orden a Benaías hijo de Joyadá, y éste fue y mató a Simí. Así se consolidó el reino en manos de Salomón. |