| 1 | Cuando Saúl regresó de perseguir a los filisteos, le informaron que David estaba en el desierto de Engadi. | |
| 2 | Entonces Saúl tomó consigo tres batallones de hombres escogidos de todo Israel, y se fue por los Peñascos de las Cabras, en busca de David y de sus hombres. | |
| 3 | Por el camino, llegó a un redil de ovejas; y como habÃa una cueva en el lugar, entró allà para hacer sus necesidades.David estaba escondido en el fondo de la cueva, con sus hombres, | |
| 4 | y éstos le dijeron: En verdad, hoy se cumple la promesa que te hizo el Señor cuando te dijo: Yo pondré a tu enemigo en tus manos, para que hagas con él lo que mejor te parezca. David se levantó y, sin hacer ruido, cortó el borde del manto de Saúl. | |
| 5 | Pero le remordió la conciencia por lo que habÃa hecho, | |
| 6 | y les dijo a sus hombres: ¡Que el Señor me libre de hacerle al rey lo que ustedes sugieren! No puedo alzar la mano contra él, porque es el *ungido del Señor. | |
| 7 | De este modo David contuvo a sus hombres, y no les permitió que atacaran a Saúl. Pero una vez que éste salió de la cueva para proseguir su camino, | |
| 8 | David lo siguió, gritando: ¡Majestad, Majestad! Saúl miró hacia atrás, y David, postrándose rostro en tierra, se inclinó | |
| 9 | y le dijo: ¿Por qué hace caso Su Majestad a los que dicen que yo quiero hacerle daño? | |
| 10 | Usted podrá ver con sus propios ojos que hoy mismo, en esta cueva, el Señor lo habÃa entregado en mis manos. Mis hombres me incitaban a que lo matara, pero yo respeté su vida y dije: No puedo alzar la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor. | |
| 11 | Padre mÃo, mire usted el borde de su manto que tengo en la mano. Yo corté este pedazo, pero a usted no lo maté. Reconozca que yo no intento hacerle mal ni traicionarlo. Usted, sin embargo, me persigue para quitarme la *vida, aunque yo no le he hecho ningún agravio. | |
| 12 | ¡Que el Señor juzgue entre nosotros dos! ¡Y que el Señor me vengue de usted! Pero mi mano no se alzará contra usted. | |
| 13 | Como dice el antiguo refrán: De los malos, la maldad; por eso mi mano jamás se alzará contra usted. | |
| 14 | »¿Contra quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¡A un perro muerto! ¡A una pulga! | |
| 15 | ¡Que sea el Señor quien juzgue y dicte la sentencia entre nosotros dos! ¡Que examine mi causa, y me defienda y me libre de usted! | |
| 16 | Cuando David terminó de hablar, Saúl le preguntó: David, hijo mÃo, ¡pero si eres tú quien me habla! Y alzando la voz, se echó a llorar. | |
| 17 | Has actuado mejor que yo continuó Saúl. Me has devuelto bien por mal. | |
| 18 | Hoy me has hecho reconocer lo bien que me has tratado, pues el Señor me entregó en tus manos, y no me mataste. | |
| 19 | ¿Quién encuentra a su enemigo y le perdona la vida?¡Que el Señor te recompense por lo bien que me has tratado hoy! | |
| 20 | Ahora caigo en cuenta de que tú serás el rey, y de que consolidarás el reino de Israel. | |
| 21 | Júrame entonces, por el Señor, que no exterminarás mi descendencia ni borrarás el *nombre de mi familia. | |
| 22 | David se lo juró. Luego Saúl volvió a su palacio, y David y sus hombres subieron al refugio. | |